Constituir una sociedad representa una decisión estratégica importante en el ámbito de los negocios internacionales.
Gracias a la posición geográfica privilegiada de nuestro país, que sirve de enlace entre Europa y América Latina, y a su sólido sistema económico y jurídico, fundar una empresa en España no solo ofrece acceso a uno de los mercados más dinámicos de la Unión Europea, sino que también permite aprovechar acuerdos comerciales favorables y un entorno empresarial estimulante.
Existen diversas formas jurídicas para constituir una sociedad en España, cada una con características específicas relativas a aspectos como el régimen de responsabilidad, el capital social y a la estructura interna de la sociedad. Sin embargo, independientemente del tipo societario elegido, hay ciertos pasos comunes que siempre deben seguirse para constituir una sociedad de manera correcta.
Examinemos los principales:
Solicitar el certificado de denominación social
El primer paso es solicitar al Registro Mercantil Central un certificado, conocido como “certificación negativa”, que acredite que el nombre social elegido para la empresa no está en uso.
Es necesario pagar la tasa correspondiente y, por lo general, el procedimiento se completa en pocos días.
Abrir una cuenta bancaria empresarial
Una vez obtenido el certificado de denominación social, se debe abrir una cuenta bancaria a nombre de la empresa y depositar el capital social. El monto del capital varía según el tipo de sociedad elegido y, en algunos casos específicos, este paso puede omitirse bajo ciertas condiciones.
Redactar los estatutos de la sociedad y nombrar a los administradores
Al igual que en Italia, las sociedades en España deben contar con unos estatutos en los que se detallen los aspectos clave de la sociedad y su funcionamiento, tales como:
El objeto social
Los socios
El capital social
El sistema de gobierno corporativo
Los órganos directivos
Asimismo, se debe nombrar a los administradores de la sociedad. Una persona extranjera también puede ser administrador (por ejemplo, un ciudadano italiano), pero en este caso es indispensable solicitar y obtener el N.I.E. (Número de Identificación de Extranjero), un documento emitido por las autoridades españolas que asigna un número de identificación a los extranjeros en España por razones profesionales, personales o económicas.
Redacción y firma de la escritura constitutiva
La escritura constitutiva de la sociedad debe formalizarse mediante escritura pública ante un notario, con la participación y firma de todos los socios, ya sean españoles o extranjeros, personalmente o mediante poder. La escritura debe expresar claramente la voluntad de constituir la sociedad e incluir los datos esenciales, como el capital social y los socios. Además, debe ir acompañada de documentos como los estatutos, el certificado de denominación social y la prueba del depósito del capital social.
La firma de la escritura constitutiva permitirá obtener el N.I.F. (Número de Identificación Fiscal) provisional, equivalente al CIF en Italia, que debe solicitarse en la Agencia Tributaria española.
Inscripción de la sociedad en el Registro Mercantil y obtención del N.I.F. definitivo
Tras obtener el N.I.F. provisional, es necesario inscribir la sociedad en el Registro Mercantil. Solo después de esta inscripción se podrá solicitar y obtener el N.I.F. definitivo de la sociedad.
Conclusión: Constituir una sociedad en España requiere una planificación cuidadosa y el cumplimiento de la normativa vigente, pero es una excelente oportunidad para quienes buscan establecerse en uno de los mercados más dinámicos de Europa. Con la ayuda de profesionales legales especializados en el sistema español, es posible llevar a cabo con éxito el proceso de constitución de una empresa, sentando así una base sólida para el crecimiento y desarrollo del negocio en el extranjero.